viernes, 13 de noviembre de 2009

El Cavallino Rampante

El logo de Ferrari ha sufrido distintas transformaciones a lo largo de los años, estilizando la figura del equino negro.

Francesco Baracca, con el cavallino pintado en su avión durante la Primera Guerra Mundial.
Si hay un caballo famoso en el mundo es el caballo de la marca Ferrari. Esta es la historia de cómo llegó a ser el distintivo oficial de esta conocida marca de automóviles.
El propio Enzo Ferrari cuenta por qué eligió un caballo encabritado como símbolo de su marca: -La historia del cavallino rampante es simple y fascinante. El caballito estaba pintado en el fuselaje del caza de Francesco Baracca, el heroico aviador caído en Montello, el mejor aviador de la I Guerra Mundial. Cuando gané en 1923 el primer Circuito del Savio, que se corría en Rávena, conocí al conde Enrico Baracca, padre del héroe; de aquel encuentro nació otro con la madre, la condesa Paolina. Fue ella quien me dijo un día: "Ferrari, ponga sobre sus coches el cavallino rampante de mi hijo, le traerá fortuna...". El caballito original era rojo, y Enzo lo viró a negro en señal de luto por los caídos en la guerra. Tampoco el fondo original era el mismo. El del aviador era una nube blanca que el constructor convirtió en un fondo amarillo en honor a la ciudad de Módena. Ah, también puso la cola hacia arriba para darle más fuerza-.
Desde 1919 Enzo Ferrari competía en carreras automovilísticas con coches modificados por él mismo. La marca Alfa Romeo al ver sus grandes posibilidades y le incluyó en us plantilla para modificar automóviles. La historia de Ferrari empezó el 1 de diciembre de 1929.
Sin embargo la historia del Cavallino Rampante se remonta a 1923 cuando todavía el señor Ferrari era dueño, modificaba, pilotaba sus propios autos. Tras vencer en el circuito de Savio (Italia), la condesa Paulina le ofreció a Enzo el escudo que utilizaba su hijo como aviador en la Primera Guerra Mundial. Francesco Baracca cogió de un avión enemigo el escudo que hoy conocemos de la marca Maranello.
A pesar de que Enzo Ferrari aceptó el regalo de la condesa, no pudo poner el escudo en sus autos hasta 1946. Ferrari había firmado un contrato con Alfa Romeo que no le permitía usar más logo que el suyo. Desde 1929 hasta 1938 Ferrari no podría usar su nombre para sus coches. Con la Segunda Guerra Mundial el momento de estrenar el Cavallino Rampante se pospondría ocho años más hasta que en 1946 llegó el momento del éxito.
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Fuentes del texto:
-Nuria B. Martínez - OcioCaballo.
-MARCA.

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